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10/7/11

Fundamentos de psicologia.2° Parte

5. LA INTELIGENCIA
El desarrollo del tema sobre la inteligencia humana ocasiona desacuerdos entre los investigadores de la psicología, pues ¿Con qué parámetros o qué habilidades mentales deberían considerarse los signos de inteligencia? Sternberg y Kaufman (1988) opinan que  “la respuesta depende de a quién se le pregunte y difiere considerablemente entre disciplinas, tiempos y lugares” (p.48) . Ellos descubrieron que la gente sin formación en psicología, generalmente, considera a la inteligencia como una mezcla de habilidades prácticas para solucionar problemas, habilidades verbales y competencia social. La habilidad práctica  para solucionar problemas es  inclusoria del uso de la lógica para  conexionar ideas y contar con la visión de problemas en su totalidad obteniendo una visión panorámica. La habilidad verbal es abarcativa del uso y comprensión de lenguaje escrito y hablado y la competencia social se refiere a la buena interacción con los demás y contar con una mente abierta en relación a diferencias culturales mostrando interés en temas diversos.
Muchos expertos investigadores en la materia sostienen que la creatividad y la habilidad para adaptarse al ambiente son componentes insoslayables de la inteligencia.
Las reflexiones de psicólogos e investigadores en más de un siglo argumentan sobre lo que constituye la inteligencia en general y particularmente se ha investigado en cuestiones como la inteligencia como aptitud o habilidad singular y general o si se encuentra compuesta por muchas aptitudes o habilidades separadas y distintas (Lubinsky, 2000).
Los expertos han señalado algunas características de la inteligencia y su consistencia; como son:
a) habilidad para la resolución de problemas: la  toma de buenas decisiones, muestra de sentido común, objetividad, planificar por anticipado, llegar al fondo de los problemas, apreciar la verdad, considerar los resultados de las acciones y abordar los problemas de manera reflexiva.
b) inteligencia verbal: posee un vocabulario amplio, lee con un alto grado compresional, muestra curiosidad intelectual, observa los problemas desde diversos ángulos, aprende con rapidez, se muestra alerta, piensa con profundidad, muestra creatividad, conversa con facilidad sobre una amplia gama de temas, sus lecturas son variadas y ve conexiones entre ideas.
c) inteligencia práctica: valora bien las situaciones, determina cómo alcanzar mejor las metas, muestra conciencia del mundo que le rodea, muestra interés por el mundo en general, usa el conocimiento de sus propios motivos para seleccionar las tareas que le permitan alcanzar mejor sus metas.
Al introducir el concepto de inteligencia emocional (Goleman, 1997) se introduce también cinco rasgos que contribuyen a la inserción de los sucesos emocionales  aún en mentes brillantes. Goleman opina que “ incluso los más brillantes entre nosotros pueden tambalearse en la vorágine de pasiones e impulsos desenfrenados; las personas con calificaciones elevadas de CI pueden ser pilotos sorprendentemente malos de sus  vidas privadas”. (Goleman,1997,p.34).
Estos cinco rasgos son:
1. Conocimiento de las propias emociones: O sea la habilidad para monitorear y reconocer nuestros sentimientos  (de gran importancia para la autoconciencia y otras dimensiones de la inteligencia emocional).
2.  Manejo de las emociones: O la habilidad para controlar impulsos afrontando de manera efectiva la tristeza, la depresión y otros reveses menores, como para controlar la duración de diversas emociones.
3.  Uso de las emociones como motivación: Teniendo en cuenta la capacidad de ordenar emociones a fin de alcanzar metas personales.
4.  Reconocimiento de las emociones de otras personas: O habilidades para interpretar señales no verbales que revelan lo que los demás desean y necesitan realmente.
5.  Manejo de relaciones: O habilidad para reconocer y manifestar con precisión las propias emociones así como para ser sensible a las emociones de los demás.
Las dos teorías contemporáneas de mayor influencia son las de Sternberg y Gardner, pues ambas enfatizan habilidades prácticas difiriendo en cuestiones básicas.
Sternberg ha desarrollado inventivamente un diseño de pruebas mentales para medir y validar aspectos diversos de la inteligencia y en contraste Gardner ha desarrollado evidencias anecdóticas acerca de una inteligencia específica en una persona.
En éste sentido, otros estudiosos como Davies, Stankov y Roberts (1998) concluyen que la inteligencia emocional no representa un nuevo concepto y argumentan que no es diferente de otros rasgos que ya han sido evaluados en estudios de inteligencia y personalidad.
Goleman agrega entonces la dimensión de las emociones al concepto de inteligencia, buscando integrar otras visiones.


Evaluaciones
El poder generar a través de métodos y pruebas evaluaciones de la inteligencia, es relativamente novedoso para la psicología occidental, pues su utilizo se hace difundido recién a comienzos del siglo XX. No obstante, China utilizaba ya unos programas de selección para oficiales aseguran desde más de 4000 años; dónde quedaba demostrada la competencia de su formación en un examen oral que se desarrollaba cada tres años.
Se han encontrado pruebas de que durante la dinastía Han, las pruebas eran rigurosamente competitiva en áreas de leyes, agricultura, milicia y geografía y durante la dinastía Ming (1368-1644 A.C) los oficiales que desempeñarían cargos públicos, eran elegidos tomando como base sus resoluciones a algunos ejercicios y pruebas objetivas en las que la respuesta correcta era una sola. (Psicología y vida.Gerrig-Zimbardo, pag 286)
Estos procedimientos chinos han sido descritos por diplomáticos y misioneros británicos, cuando iniciaba el siglo XIX y muy pronto ellos mismos, y con algunas modificaciones, adoptaron algunas versiones para seleccionar personal en el servicio civil. Sir Francis Galton, ha influído en el pensamiento acerca de métodos y teorías para el estudio de habilidades humanas, interesándose en cómo y porqué las personas poseen diversas habilidades. Su pregunta se basaba básicamente en la diferencia de dotaciones de los individuos para poder alcanzar el éxito y los que no lo consiguen.
El trabajo que hoy se denomina “elitista” por parte de Galton, ha originado un contexto para las evaluaciones contemporáneas sobre la inteligencia.
El instrumento evaluativo en el presente siglo ha de ser:
a) confiable
b) válido
c) estandarizado
Las conclusiones se podrán tomar si el procedimiento cumple con estos requisitos.
En 1905, Alfred Binet respondiendo al Ministerio francés de Educación, consideró junto a Theophile Simon el planteo de un programa instruccional para medir capacidades intelectuales de los niños, intentando diseñar pruebas objetivas de desempeño intelectual a utilizar para la clasificación y separación de niños en la edad escolar.
La prueba se realizó a niños de las mismas edades y con los mismos estudios, lo que significó el poder arribar a un promedio de puntuación en particular y fue denominado: prueba de edad mental.
Muy pronto los psicólogos estadounidenses tomaron la delantera y pasaron a desarrollar lo que luego se denominaría: cociente intelectual o CI, o medida numérica estandarizada de la inteligencia. Las escalas de pruebas utilizadas aún son la Stanford-Binet y la Wechsler

Inteligencia y humanidad
Dejando de lado las evaluaciones, sostengo igualmente, que la inteligencia humana no tiene límites. El potencial humano  todavía no ha sido desarrollado totalmente; aún así, y como ha sido desarrollado por diversos investigadores, se puede determinar una delimitación de siete tipos de inteligencia:
a) linguistica: determinante de la capacidad para expresar toda idea con claridad, aunar pensamientos y perspectivas, razonar ángulos de comunicación con otros y poseer agudeza de expresión (verbal y no verbal). Es una franja de inteligencia donde se encuentran los comunicadores natos, los poetas, los escritores, algunos políticos que son denominados “de raza” y los grandes oradores.
b) espacial: en la que se destacan las habilidades para poder modelar mentalmente el mundo espacial; los espacios (abiertos o cerrados) ; el poder maniobrar y además operar con esos modelos. Se encuentran en esta franja los que sueñan  antes de construir, yendo en pos del modelo que sostienen y  se encuentran los arquitectos, escultores, artistas, diseñadores y constructores navales, de moda, etc.
c) musical: o una sensibilidad especial ante sonidos musicales, coordinados o no, los ritmos, los tonos y la búsqueda de la armonía.
d) lógica-matemática: habilidades para el razonamiento matemático, numérico, cadenas de razonamiento, pensamientos de lógica y razonamientos abstractos.
e) kinésica-corporal: en la que se destacan las habilidades con el cuerpo en su totalidad o partes de él; las manos, las piernas, etc. Se destacan los atletas, bailarines, médicos cirujanos, operadores de radio, cameraman, etc.
f) interpersonal: la inteligencia definida como “sensible”, o sea para entender, motivar, ayudar, aconsejar y diferenciar los distintos estados anímicos y ubicar posiciones de acuerdo a ello. Se encuentran los hábiles en psicología, religiosidad, counselors, etc.
g) intrapersonal: se trata de una inteligencia dirigida al mismo individuo y contiene la habilidad para razonar y conformar una visión verídica de uno mismo y de utilizarla de la misma manera para los enfrentamientos de su propia vida.

Dos tipos de inteligencia en una

Es a través de los dos últimos tipos de inteligencia que se encuentra el trabajo y desarrollo de la denominada inteligencia emocional ; la que explora los mejoramientos del ser humano a través de la inteligencia interpersonal conociendo las fortalezas y debilidades y los esquemas de pensamiento; y de la inteligencia intrapersonal como el control interno de todo individuo y sus capacidades de relación con los demás.
La inteligencia emocional: algunas definiciones.
El psicólogo estadounidense Daniel Goleman, es el autor más prolífico, pero quién a la vez ha investigado más sobre el tema en los últimos veinte años. Goleman ha trazado con mucha prudencia y sutileza, una definición sobre lo que viene a ser la inteligencia emocional :
“el término se refiere a la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos. El término en si, engloba habilidades muy distintas aunque complementarias a la inteligencia académica, la capacidad exclusivamente cognitiva medida por el cociente intelectual” . (Goleman D. La práctica de la inteligencia emocional. Editorial Kairos, Barcelona, 1999, p.430)
Hendrie Weisinger, en cambio la presenta en un modo claro y directo: “La inteligencia emocional es, en pocas palabras, el uso inteligente de las emociones: de forma intencional hacemos que nuestras emociones trabajen para nosotros, utilizándolas con el fin de que nos ayuden a guiar nuestro comportamiento y a pensar de manera que mejoren nuestros resultados”. (Weisinger H. La inteligencia emocional en el trabajo. Vergara Editores. Buenos Aires, 1998, p.14)
La definición de Coopers y Sawaf es un poco más breve: “Inteligencia emocional es la capacidad de sentir, entender y aplicar eficazmente el poder y la agudeza de las emociones como fuente de energía humana, información, conexión e influencia” (Cooper R; Sawaf A. La inteligencia emocional aplicada al liderazgo y a las organizaciones. Editorial Norma, Barcelona 2000, p.24)
En sí, las definiciones radican sobre la identificación, el control y la utilización productiva de las emociones, en el comportamiento individual y los aspectos relacionales. En el diccionaro Oxford, las emociones están definidas como “cualquier agitación y trastorno de la mente, el sentimiento, la pasión; cualquier estado mental vehemente o excitado”.
Los investigadores psicólogos en estos días se encuentran trabajando sobre la identificación de las emociones que pueden considerarse primarias y a partir de cuáles emociones pueden surgir amplias combinaciones.
Goleman, por ejemplo, traza una línea guía identificando la ira como primaria, y que combinada con otras emociones desatarían el resentimiento, la indignación, la hostilidad, etc. También como orígen primario la tristeza, desataría combinaciones como la melancolía, pesimismo, pena, abatimiento, y así con varias emociones definidas como primarias.
El término “Inteligencia emocional”, no es para Weisinger, propiedad de Goleman, pues sostiene que éste fué utilizado primeramente por John Mayer  y Peter Salovey de las Universidades de New Hampshire y de Yale respectivamente, para identificar cuatro componentes y habilidades que denominaron “básicas” de la inteligencia emocional:
1. Capacidad de percibir, valorar y expresar emociones con precisión.
2. Capacidad de poder experimentar o de generar a voluntad determinados sentimientos en la medida que faciliten el entendimiento de uno mismo o de otra persona.
3. Capacidad de comprender las emociones y el conocimiento que de ellas se deriva.
4. Capacidad de regular las emociones para fomentar un crecimiento emocional e intelectual.
Independientemente de las investigaciones o experiencias a las que diversos autores hacen lugar, resulta evidente que dos elementos influyen en el desarrollo del tema sobre la inteligencia emocional;
1. En primer lugar los diversos resultados investigativos sobre comportamientos y prácticas de procederes exitosos en diversos niveles de vida.
2. En segundo lugar las investigaciones de las neurociencias que permitieron identificar procesos biológicos generados por las emociones; induciones, control y utilizo, estados generantes y determinados enfoques en los comportamientos.
En este sentido, los finales del siglo XX y el principio del siglo XXI ha sido de gran aporte para la comprensión de procesos en el campo de las neurociencias. Increiblemente se sucedieron las visiones del cerebro en funcionamiento y métodos innovadores, tecnologías de vanguardia para exponer imágenes cerebrales. Se han reformulado varias corrientes de datos neurobiológicos que permiten comprender claramente, como nunca antes los centros emocionales cerebrales que provocan la ira o el llanto o las canalizaciones para hacer el bien o el mal.
El premio Nobel 1981 Roger Sperry, investigador en Fisiología sobre “el cerebro dividido” ha sentado escuela para que otros investigadores continúen el desarrollo de sus identificaciones; como ser identificar la independencia relativa de procesos racionales de los procesos emocionales, las señales del entorno y los comportamientos derivados.
Algunos sociobiólogos afirman que en procesos cruciales, predominan las emociones a la racionalidad. Las emociones sostienen, no permiten que sea solamente el intelecto quién haga de guía a los enfrentamientos sino que llevan la delantera persistentemente.
Los especialistas en P.N.L. o Programación Neurolinguística, sostienen que muy a menudo las emociones primarias se escapan al control consciente; pues escencialmente, todas las emociones son impulsos para accionar.
Inteligencia, emociones e impulsos
El avance tecnológico de los últimos veinte años ha permitido descubrir más detalles fisiológicos sobre cómo cada tipo de emoción, prepara al organismo para una respuesta diferente. Es así que con el placer o la felicidad, aumenta la actividad del centro nervioso llegando a inhibir los sentimientos negativos y el pesimismo. En el caso de la ira, la sangre fluye hacia las manos y resulta fácil atacar al enemigo, pues el ritmo cardíaco se eleva, aumentando la adrenalina que genera a su vez un ritmo energético para emprender una acción.
En estas razones, los investigadores sostienen que las emociones atienden mucho más rápido que la mente racional y que se pone en acción sin detenerse. Esta rapidez funciona ante señales de peligro, de ansia o de ataque.
Para Goleman, el sentimiento es anterior al pensamiento, o sea que las emociones se encuentran preparadas para contestar, antes que el pensamiento. Ante la presencia de emociones alteradoras o bloqueantes, el individuo no puede generar pensamientos, pues las perturbaciones emocionales generan carencia en las capacidades intelectuales.
Mintzberg se refiere al tema de los dos cerebros, cuando analiza la relación entre análisis e intuición en tareas directivas y sostiene que los neurólogos, psicólogos y biólogos han sabido desde hace tiempo que el cerebro cuenta con dos hemisferios distintos, pero recientemente es que han descubierto que los dos hemisferios se especializan de una manera más esencial: un individuo puede ser inteligente y torpe al mismo tiempo, ya que un lado de su cerebro puede desarrollarse más que el otro.
6. ACTITUDES, CULTURAS Y RELACIONES HUMANAS
Las relaciones humanas siempre han existido y seguirán haciéndolo, en diferentes modos, grados, culturas, intensidades y actitudes. Según Víctor Soria en su obra “Las relaciones humanas” sostiene que mientras dos o más personas compartan un tiempo y espacio comunes, persigan diferentes objetivos, estén sujetos a la competencia por los recursos económicos, así como a la incertidumbre del cambio tecnológico y social, existirán desajustes en el comportamiento humano. Sin embargo, en la época actual, los conflictos más agudos provienen de las injustas relaciones económicas entre las clases dentro de la sociedad capitalista”. (P.20)
Actualmente los conflictos agudos se producen por injustas relaciones económicas entre clases, (según Soria) y también en mi opinión por  egoísmos religiosos e individualistas extremos, intromisiones en las libertades personales y todo lo que ataque los intereses individuales y objetivos sociales. El hombre como ente social  forma parte de la sociedad y no deberían existir conflictos sino malentendidos o una ruptura temporaria de la comunicación entre ambos.
Un punto de vista del individuo como ente social toma consideración de los efectos pero no de las causas y la obra de Soria, establece como patrón conductor la desigualdad de clases y no los niveles individuales para establecer relaciones humanas.

Actitudes
La actitud es una combinación de creencia y emoción que predispone a responder positiva o negativamente ante otros individuos, objetos o instituciones y las actitudes resumen la evaluación de los objetos, según Coon.  Por tanto se estima que las actitudes predigan o dirijan las acciones futuras y se pueden expresar en tres maneras; a través de creencias, emociones y acciones.
La creencia es lo que cada uno piensa de un objeto, persona,  o cosa en cuestión, las emociones en cambio es lo que se siente y el componente de acción designa comportamientos hacia objetos, personas o cosas.
Las actitudes orientan hacia el mundo social y preparan el comportamiento en diversas formas.
Las actitudes se adquieren de diferentes formas como el contacto directo o la experiencia personal con los objetos de la actitud. Otra de las formas es la interacción con otros o influencia de grupos.
El modo de crianza infantil influye en actitudes pues se ha recibido pertenencias, creencias y enseñanzas. Los medios masivos de comunicación  provocan influencia de actitudes por su persuasión, indución y manipulación.
Existen actitudes que se forman por el condicionamiento fortuito o por experiencias negativas o positivas en alusión al objeto.
Las actitudes como estados mentales y de disposición para responder, ejerciendo influencia directiva o dinámica posee dos vertientes:
a) Predisposición mental a la acción de una forma determinada. Para Allport la actitud es un estado mental (mente – estado nervioso).
b) La actitud es una predisposición a generar respuesta y el organismo se encuentra preparado para ejercer acciones.
Las definiciones de actitud, provienen tal como Allport las ha generado interpretando el sentido de componentes congruentes entre si; como son:
a) el individuo percibe que algo es bueno, b) procede a valorarlo en manera positiva y c) el individuo intenta conseguirlo.
Las actitudes se hallan íntimamente ligadas a las experiencias, o a las actitudes aprendidas ejerciendo influencias sobre la conducta. (Allport, Social Psychology. Edic. Cambridge.1924).
Otros investigadores, en cambio, diferencian las actitudes de conceptos set y hábito. El concepto de set se refiere a la disposición de originar respuestas motoras y el hábito tiende a la acción como estructura compleja.
Desde la perspectiva social, la psicología toma a  las actitudes como un instrumento de influencia sobre el comportamiento individual, de grupos y colectividades, estudiando las características diferenciativas, las predisposiciones y los componentes.
 

La actitud puede resultar positiva o negativa, predisponer a favor o desfavor respecto al objeto y según el componente cognitivo, introducir dos dimensiones: a) la especificidad o generalidad y b) el grado de diferenciación de creencias.
También se relacionan los factores condicionantes ante el proceso actitudinal, como ser:
a) factores genéticos: supone predisposición genética a actuar adquirida mediante transmisión genética.
b) factores fisiológicos: o efectos transitorios que afectan a determinadas etapas de la vida.
c) contacto directo: con el objeto de actitud.
Algunas de las actitudes básicas provienen de primeras experiencias personales directas. La escala de premios y castigos generan actitudes, se cree hasta ahora, positivas y negativas duraderas. Por imitación, también se generan actitudes pero en algún momento también pueden degenerarse.
Si se toma el prejuicio como una actitud o definiéndolo como opinión intolerante y rígida, o la discriminación aprendida como una serie de actos que niegan oportunidades y estima social a un grupo de personas o miembros de ese grupo constataremos que, al igual que las actitudes en general, se está utilizando los tres componentes principales sobre: creencias, sentimientos y tendencias de conducta.
Influencias sociales y culturales
La influencia social es un proceso por el cual otros, sea de manera individual o colectiva, afectan las percepciones, actitudes y acciones del individuo. La cultura ejerce una influencia trascendental en las actitudes y comportamientos del individuo, que emergen del diario vivir, apenas cuando hacemos memoria de ellos:
- Culturalmente, los latinos  y los árabes son de interaccionar personalmente en mayor manera que los anglosajones y nórdicos.
- Culturalmente, se pueden aceptar comidas y bebidas dentro de sus costumbres tradicionales y aún el modo de actuar para comer; con palillos, tenedores o las manos. En partes de Asia, se ingiere comidas a base de perros o serpientes, lo que no se hace en U.S.A.  o en Europa.
- La cultura satisface o dicta un modo de vestimenta; una mujer saudita cubrirá su cuerpo antes de salir al externo de  su casa, mientras que una occidental muestra su rostro, brazos y piernas. En otras civilizaciones como en Africa, las mujeres deambulan con el pecho descubierto o en desnudez. En algunos casos se verá bien que los hombres utilicen pantalones cortos y en otros no.
Lo cierto es que la cultura influye en la instrucción formal y son considerados actos “normales y correctos” o “anormales e incorrectos” . Resultado de los aprendizajes son los axiomas culturales o sistema de creencias y valores que los miembros de una sociedad aceptan como evidentes (Aronson,1994; Maio y Olson,1998).
Existen además los condicionamientos sociales y culturales , los cuales se entienden como recompensas por hacer lo mismo que hacen los demás individuos de la sociedad; siendo éste un proceso de aprendizaje principal en una cultura para transmitir lecciones y valores, pues al comparar y adaptar la conducta y actitudes con la de otros, se aprenden las normas culturales en vigencia.
Las normas se encuentran arraigadas en las tradiciones y son fortalecidas por el hábito.
Hoy se denomina asimiladores culturales a las técnicas para lograr entender otras culturas y poder percibir normas y valores de otros grupos.
La cultura china, por ejemplo es una cultura colectivista en donde la comunidad y la armonía resultan muy importantes y, aunque  todas las sociedades contienen una tendencia a la conformidad, se espera que los miembros de culturas colectivistas se conformen en mayor manera a la voluntad de grupo. Esto realmente sucede así, pues las tasas de aceptación de normas de conformidad son altas.

El individuo social
Existen procesos y actitudes que dependen de la presencia de otras personas por ser actitudes de interactuación. La pérdida de la individualidad, la conducta de ayuda, la toma de decisiones en grupo y la conducta organizacional pueden existir tan solo en el individuo social.
En el clásico ejemplo de comportamiento denominado “conducta de la turba”, que incluyen actos violentos, saqueos o linchamientos, se puede observar el fenómeno de pérdida de la individualidad en el cual cada integrante del grupo, sometido a intensas presiones y ansiedades se comportan anónimamente dentro de él, perdiendo toda responsabilidad. Generalmente, cuanto más anónimos se sientan los integrantes del grupo, menos responsables de sus actos se sienten (Aronson, Wilson y Akert, 2002).
Aún así, la sociedad humana espera la disposición de la gente para trabajar en conjunto y ayudarse; y abundantes son los casos de cooperación y asistencia mutua.
Una de las fuerzas sociales que promueven la conducta de ayuda es el interés personal percibido ; por ejemplo el llamado telefónico para averiguar cómo está de salud el jefe enfermo a quién se detesta, se realiza por un lógico interés personal. Cuando las acciones de ayuda no se encuentran vinculadas a ganancias personales, se consideran conductas altruistas (Batson y Powell, 2003).
Existe además el llamado “efecto del espectador” que incluye en situaciones meramente espectadores pasivos que disminuyen la probabilidad de que alguno intervenga en la resolución de problemas de otro individuo. Influyen además distintos estados de ánimo, la cantidad de empatía que se siente hacia otra persona en la disposición a ayudar, las que conforman las características personales de todo individuo en su mover social.
También es la sociedad misma quién asigna decisiones importantes a grupos; ya sea en política, comercio y finanzas, comités de estudios e investigaciones, cortes de justicia, etc, pues se cree que los grupos llegan a tomar decisiones más conservadoras que los individuos. Otra de las razones de asignación de problemas importantes a los grupos es la suposición de que como grupo, concentrará una suma de habilidades y experiencias personales aunadas por una labor en común y resolverán en un modo efectivo.
En el sentido del individuo social, los lugares de trabajo, estudios, organizaciones y la comunidad de pertenencia otorgan forma a parte de la conducta individual; denominada conducta organizacional.
Es así que los psicólogos se concentran en algunos problemas prácticos como lo son la manera de seleccionar el personal, reducir la rotación del mismo, mejorar la moral de los trabajadores y su productividad y en algunos casos, la disposición de nuevas  maneras de entretenimiento para un trabajo efectivo.


Existen en éste sentido, estudios de psicólogos, sobre los colores y la música  de fondo que ambientan el trabajo en fábricas, como así también la iluminación correcta en las salas. Desde 1930 los psicólogos vienen analizando la relación en términos más específicos sobre las habilidades y motivaciones en el trabajo, pero también de las satisfacciones o congratulaciones.
Lo mismo sucede en otros tipos de organizaciones conformadas por individuos; la universidad, las cortes, las instituciones políticas; son cada una fundadora de una conducta organizacional propia, la cual si bien es contenedora de parámetros standard, singularmente establecen un vocabulario, normas y actuaciones particulares.
Las relaciones humanas
Las relaciones humanas son de una dimensión compleja y si bien el comportamiento humano ha sido estudiado por diferentes científicos sociales, psicólogos, comunicadores e investigadores, el énfasis en una disciplina contenida en sí misma es tan solo de la última década.
Siempre han existido los problemas en las relaciones humanas y con diferentes grados de magnitud e intensidad; ya que dadas las diferencias particulares de cada individuo que comparten un espacio, tiempo y horas comunes, pueden perseguir objetivos diferentes.
La mayoría de los relacionistas humanos, sitúa al hombre como un ente social con las necesidades  y deseos primarios en común:
a) La profunda necesidad de proteger y conservar la vida.
b) La necesidad de alimentos, vestidos y techo.
c) La necesidad de sentirse reconocido y apreciado por los demás.
d) La necesidad de amar y ser amado.
e) La necesidad de obtener satisfacción sexual.
f)  La necesidad de adquisición de conocimientos y experiencias.
g) La necesidad de recreación y alegría.
h) La necesidad de orientación en la vida.
i)  La necesidad de solucionar los problemas diarios.
j)  La necesidad de autoexpresión y creatividad, mediante el trabajo, los estudios o las artes.
k)  La necesidad de realización integral física, mental y emocional.
l)   La necesidad de conocerse a si mismo.
m) La necesidad de sentirse útil.
El biólogo Charles Darwin aplicó la observación de fenómenos ligados en el encuentro entre dos animales a las relaciones humanas y registró cuidadosamente las modificaciones que constataba, preservando un rico informe sobre la “conversación de gestos” . Las actitudes gestuales implican las posturas del cuerpo, la orientación recíproca de los protagonistas y la expresión de las emociones.
Algunas escuelas psicosociológicas han rescatado para sus estudios las investigaciones de Darwin aún cuando las relaciones humanas resultan fenómenos mucho más complejos que el de los animales. Tal complejidad proviene del protagonismo que entre humanos posee el lenguaje ; el cual eleva toda comunicación. Las relaciones humanas son liberadas así de las limitaciones espacio-tiempo que deben soportar las otras especies.
En la obra “Relaciones humanas” escrita por Marie Dalton, Dawn Hoyle y Marie Watts (Ediciones Thomson, México, 2007), dedicaron tiempo para estudiar la interacción entre las personas, afirmando que hacerlo ayudará a interactuar adecuadamente. De esto trata las relaciones humanas; del fortalecimiento y utilizo de técnicas de buena comunicación, de conocer los grupos y su dinámica para establecer habilidades sólidas y motivadoras e incidir positivamente en el espíritu de grupo.
Luego de la aparición masiva de la computadora y posteriormente con Internet, las organizaciones inician un camino de  cambio radical para estar en la vanguardia del éxito; donde un siglo XXI  les exige no solamente recordar los hechos trascendentes del pasado, sino superar el presente para extenderse al futuro.
En su libro “Cybercorp”, James Martin (Amacom, New York,2000), identifica algunas de las características organizacionales para el siglo XXI; como son la rapidez (acontecimientos rápidos, exigen decisiones rápidas), tiempo de respuesta (que las acciones y resultados no tarden demasiado), incertidumbre (el cambio y la incertidumbre crean problemas u oportunidades), empresa virtual (ni los asesores ni los empleados se encuentran en un mismo lugar ), capacidades especiales (las habilidades de una empresa le otorgan ventaja competitiva).
 Martin además destaca la agilidad, la infraestructura de conocimientos, la diversidad geográfica y el aprendizaje (se busca que el potencial humano crezca con la misma celeridad que el potencial tecnológico). Es de superior importancia que el buen uso de las relaciones humanas en las organizaciones sea equilibrado con la calidad y el tipo de interacción entre los individuos y sus metas, sus culturas, sus conflictos y sus fuerzas.
La participación primaria  en interacciones del individuo, se realiza en su familia y es allí donde se recibe la mayor influencia. Las personas pueden obrar individualmente, pero en cierta manera en su conducta influyen las actitudes, los valores y las percepciones creadas por las interacciones colectivas anteriores.
Los grupos pueden adoptar muchas modalidades y tienen su orígen en multitud de fuentes con un elemento en común: el propósito de satisfacer las necesidades individuales y organizacionales.
Cada miembro en el grupo al que pertenezca, tiende a obtener satisfacción al asociarse para desarrollar actitudes; por ejemplo el hábito de almorzar juntos en familia otorga satisfacción a los miembros y brinda la oportunidad para compartir las vicisitudes vividas, los proyectos, las enemistades, los aumentos de los precios o las novedades de la familia y el acontecer político.
En el lugar de trabajo o de estudio es normal la formación de grupos. Es normal además la conformación de grupos en la política y en los clubes y éstos  inciden en las conductas y desempeños globales de los individuos.
Existe un parámetro de influencia en la conducta y en el desempeño laboral de los grupos, según la disposición:

 espíritu de grupo POSITIVO           BUEN DESEMPEÑO            PRODUCTIVIDAD ALTA
Un espíritu de grupo NEGATIVO           MAL DESEMPEÑO            PRODUCTIVIDAD BAJA

El espíritu de grupo, por lo tanto, puede definirse como la visión de unidad grupal puesta en marcha en la que resulta indispensable realizar todo esfuerzo para establecerla.



Se debe enfatizar que en todo movimiento organizativo y tanto más numeroso sea el equipo, será más difícil la comunicación y a la vez, resultará indispensable.

Lo que lleva a toda persona a ponerse de acuerdo y a poder tomar decisiones significativas es una buena comunicación entre los miembros. Sin que exista un nivel comunicativo de primer orden no podrán lograrse éxitos considerables.
La orientación de diversos modelos explicativos sobre las relaciones del individuo con la sociedad, no cuenta con más de un siglo de vida. Desde allí se ha venido planteando por parte de psicólogos, comunicadores y psicólogos sociales, cuestionamientos sobre los comportamientos individuales de un denominado “ser social” . El recurso para sus planteos es el “recurso humano” por lo tanto, todo comportamiento individual al tener una base y un desenvolvimiento social, pasa a formar parte de otro contexto.


BIBLIOGRAFIA

Coon, Dennis (2005) 10 Edición. “Fundamentos de Psicología”. Edic. Thomson México.
Cooper,R; Sawaf A. (2000). “La inteligencia emocional aplicada al liderazgo y a las organizaciones”. Editorial Norma, Barcelona.
Dalton, Marie; Hoyle, Down. (2007) “Relaciones humanas”. Edic Thomson México.
Gerrig,Richard; Zimbardo,P (2000) 17 Edición. “Psicologia y vida”. Edic Pearson México.
Goleman, Daniel (2008) 70 Edición. “Inteligencia emocional”.Edic Kairos Barcelona.
Martin, James (2000) 2 Edición. “Cybercorp”. Edic. Amacom. New York.
San Martín Alonso, Angel (1995). “La escuela de las tecnologías”. Edic. Universitat Valencia.
Soria, Víctor Manuel ( 2004) 2 Edición. “Relaciones humanas”. Edic. Limusa México.
http//www.pediatriaaldia.cl

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